Berat es sin duda alguna uno de los lugares imprescindibles para visitar en medio de un viaje por Albania, país que el dictador comunista Enver Hoxha deseaba hacer nuevo destruyendo todos los vestigios históricos y reconstruyendo con elementos modernos. Por este motivo vi más hormigón en Albania que en ninguna otra parte..., salvo en Berat, ciudad que tuvo la suerte de verse clasificada como ciudad-museo por el dictador y mereció ser preservada.
Berat es un punto obligado para pasar algunos días: se puede pasear por las viejas calles con escaleras, repletas de casas tradicionales de piedra, y dominadas por una magnífica ciudadela en la cima, testimonio vigente de la influencia bizantina en la cultura albanesa. Por último, cabe hablar del río Osum que cruza la ciudad a través de una elegante garganta, reforzando los atributos turísticos.
Una ciudad bella, cultural, imprescindible y o además encontrarás muchos lugares para comer. Efectivamente, los pequeños restaurantes y tabernas de Berat, famosos por su saber hacer culinario, ¡sabrán satisfacer tu paladar! Además, allí fue donde descubrí por primera vez el Porshesh, una especie de pan con jugo de carne que resultó ser muy sabroso. En cuanto a la bebida, Berat no se queda atrás gracias a su raki de nuez y al vino de Cobo, ¡conocido como uno de los mejores del país!
Pasea por sus callejuelas llenas de encanto y al llegar la noche, detente a beber un café en el bulevar principal. Desde allí, podrás contemplar el "Giro" e impregnarte del ambiente de la ciudad.