El mundo está lleno de paisajes que nunca se pueden olvidar una vez vistos. Son decorados exuberantes, de tal majestuosidad que se quedan de por siempre grabados en la memoria. Para mí, el Monte Fitz Roy forma parte de ellos. Sus laderas son escarpadas y sus cumbres puntiagudas parecen rasgar el cielo. Las nubes de alrededor toman extrañas formas debido a la fuerza del viento. Los cóndores vuelan en círculos en este sorprendente y colorido lugar.
Sin duda, estamos en la Patagonia, una tierra de naturaleza hostil, pero también llena de encanto. Es lo que sentí en cuanto tuve el Monte Fitz Roy ante mis ojos. Es indispensable durante un viaje a Argentina.
El Monte Fitz Roy le encantará a los más deportistas. Las rutas son accesibles y seguras y están bien señalizadas. No hace falta ningún guía, todo está muy claramente indicado. Hay muchas rutas, para todos los gustos y niveles. Yo no soy demasiado deportista, pero aun así disfruté mucho del lugar y de las bellezas que encierra. La Laguna de los Tres fue una de ellas. Es un lago de color esmeralda, con un glaciar al fondo, todo ello dominado por los picos del Fitz Roy. ¡Momento foto!
Sin punto de comparación, la parte más bonita de la Patagonia es esta que se encuentra alrededor de El Chaltén. Durante mi viaje a Argentina, fui allí para disfrutar de este paraíso del senderismo. El enclave principal es, por supuesto, el célebre Fitz Roy con sus cumbres puntiagudas.
Fui muy temprano por la mañana para contemplarlo. Calcula una hora y media de caminata desde El Chaltén para poder verlo. Escalarlo ya es cosa de los alpinistas más experimentados. La parte final es muy complicada técnicamente. Un equipo de franceses llegó por primera vez a la cima en 1952. Con mi nivel, está claro que ni me planteé la expedición. Al contrario, me conformé con contemplarlo desde lejos. Aquel día, el camino que lleva al mirador estaba cubierto de hielo y nieve. Además, la cumbre estaba oculta por las nubes, así que al principio apenas pude vislumbrarlo. Por suerte, el tiempo en la región es muy cambiante y al final quedaron a la vista sus dientes puntiagudos, que extrañamente me recordaron al Pico de Midi d'Ossau en Pirineos.
En resumen, te aconsejo que le preguntes a los guardas de El Chaltén por el tiempo que hará. El Fitz Roy muchas veces está envuelto por una espesa capa de nubes. ¡Qué tímido!
El monte Fitz Roy constituye, al igual que otros magníficos lugares naturales de Argentina, uno de mis recuerdos más visuales de mi viaje a la Patagonia. El carácter abrupto, la forma piramidal y la accidentada cumbre de granito hacen del monte Fitz Roy un lugar muy fotogénico.
Disfruté particularmente de poder estar 3 días en este lugar porque es un sitio ideal para el descanso, la tranquilidad y para cambiar de aires. Tengo el recuerdo de un lugar natural muy bien conservado y adecuadamente indicado. Por lo que no necesitas ser un caminante intrépido para disfrutar de este lugar.
Recomiendo a cualquier viajero que visite la región de El Chaltén - donde se encuentra el Fitz Roy- de forma prioritaria cuando está haciendo un recorrido por Argentina.