Este es uno de esos sitios increíbles que Armenia guarda en secreto. Se trata de unas ruinas pintorescas de una fortaleza del siglo VII, situadas sobre un promontorio rocoso donde confluyen dos gargantas montañosas, a los pies del techo desnudo de Armenia: el volcán extinto de Aragats (4090 m). Es un decorado rocoso, árido, azotado por el viento, con una arquitectura mineral, cuyas murallas tienen torres de piedra negra, testimonio de siglos de combates.
Pero eso no es todo: detrás de la fortaleza de Amberd, sobre el promontorio rocoso que domina los cañones, se erige la preciosa iglesia Vahramashen, del siglo XI, que destaca tanto por su soledad como por sus líneas sencillas y austeras, pero elegantes y fuertes, típicamente armenias.
Uno de los mejores días que pasé en Armenia fue cuando visité estos tesoros a pie. Detrás, el paisaje lunar del Aragats era como un imán para mí, así que fui emocionada a ascender esta cumbre del Cáucaso Menor, tan solitaria como la iglesia y la fortaleza.