Llegamos al embarcadero de Abomey-Calavi pagando un zemidjan que nos lleva hasta allí. Me acuerdo de mi llegada un tanto violenta con los benineses que me "saltaban" encima para que me subiese a su canoa motorizada. Hay que tomarse un poco de tiempo para regatear (como en todo Benín) la canoa, el guía y definir la cantidad de tiempo que quieres quedarte en Ganvié. Las mujeres beninesas venden sus mercaderías cerca del embarcadero donde se encuentra el mercado de Abomey-Calavi, y regresan una vez el sol se ha puesto en el pueblo. El entorno que rodea al embarcadero está muy deteriorado y contaminado, y no dan muchas ganas de quedarse por allí.
Fui en moto a Allada, a unos treinta minutos de Abomey-Calavi en los pueblos remotos, para asistir a una ceremonia vudú. Bailes trascendentes, fue el momento más artístico que tuve la oportunidad de ver durante mi recorrido por Benín.
El valle de Sitatunga, ubicado entre Cotonou y Abomey-Calavi, ha desarrollado muy bien el ecoturismo en los últimos años. Se ofrecen circuitos turísticos como caminatas y paseos en canoa dirigidos por guías locales. No tuve la suerte de conocer este valle.