Kompong Kleang es el pueblo flotante más alejado de Siem Reap, así que es un lugar poco frecuentado, y vale la pena el esfuerzo de ir. Chong Kneas, el pueblo situado al lado de Siem Reap, es una auténtica trampa para turistas, y Kompong Phluk es mucho más pequeño. Kompong Khleang no es tan popular a nivel turístico.
La verdad es que es un bonito paseo, refrescante y en el que puedes relacionarte con la gente local: caminé por unas dos horas por los pueblos sobre pilotes para contemplar las construcciones y los habitantes fueron muy amables. Por otro lado, también pude ver de cerca el pueblo flotante: es la parte que más me gustó, es asombroso ver a los niños ir al colegio en barca, algo único.
Durante mi estancia en Siam Reap, quise dejar de visitar templos y planificar qué hacer durante media jornada. La mayoría de agencias proponen lo mismo: solo había que encontrar algo que hacer y un precio. Tras informarme un poco, opté por visitar Kampong Khleang. Había oído cosas negativas de los otros dos pueblos flotantes, Kompong Phluk y, sobre todo, Chong Kneas, por lo visto una trampa para los turistas.
Me gustó mucho la visita a Kampong Khleang. Además de ver el pueblo flotante, pudimos hacer una visita al centro artesanal, que se encontraba en plena actividad. Al llegar al pueblo, un barquito nos dio una vuelta por la zona, introduciéndonos en el corazón de las casas flotantes. Terminamos la visita con una nueva excursión a través del manglar, a bordo de piraguas que dirigían mujeres. Y para concluir nuestro maravilloso viaje, hicimos una parada en el lago Tonle Sap, donde vimos un atardecer. ¡En resumen, todo estuvo muy bien organizado y funcionó a la perfección!