Mientras me dirigía a Boundji me esperaba descubrir un pueblo pequeño en el corazón de una próspera región agrícola. Pero la historia de la ciudad, una antigua misión católica, y el reciente desarrollo de las infraestructuras, en especial de las carreteras, explican por qué Boundji se ha convertido en un pequeño centro urbano bien equipado: carreteras asfaltadas conectan la ciudad con Oyo, Ewo, Okoyo y con la frontera de Gabón; Boundji cuenta con una universidad y una escuela superior, un hospital, un pequeño puerto y unas cuantas pequeñas plantas procesadoras de alimentos.
Sin embargo, ubicada en el corazón del país mbochi, Boundji sigue siendo una importante reserva de tradiciones. Así pude asistir a una danza kiébé-kiébé, famosa por todo el país: en la plaza principal, los bailarines escondidos bajo una enorme falda, sostienen una especie de marionetas, ofreciendo un espectáculo impresionante. Un recuerdo inolvidable que te llevarás de tu viaje por el Congo…