Al Parque Natural de Krka se accede en barco, desde Sibenik. Hay disponibles diferentes tipos de entradas para visitar muchas zonas del parque y algunos sitios históricos. La travesía por el lago es muy agradable.
A la entrada del parque, hay pequeñas tiendas que venden sándwiches, perritos calientes y crepes. Por suerte, yo había planeado hacer un pequeño picnic y encontré un lugar tranquilo, lejos de las multitudes de la entrada, para poder comer relajadamente.
Después, se pueden realizar rutas de senderismo por el parque, al ritmo de cada uno, y descubrir las cascadas de Skradinski Buk. En el parque, hay un total de 7 cascadas. Tras haber disfrutado de la belleza de la naturaleza, volví sobre mis pasos, de vuelta a la primera cascada. En esa parte del lago, se permite bañarse.
En resumen, el Parque Natural de Krka es excelente para pasar un día relajado, lleno de descubrimientos y en plena naturaleza. ¡Es una parada imprescindible durante una estancia en Croacia!
Al igual que el parque nacional de Plitvice, Krka es conocido por sus aguas cristalinas y sus hermosas cascadas. Y lo cierto es que se merece ese reconocimiento. Nunca había visto un agua tan pura como esa.
Visité el parque una tarde de primavera y lo que recuerdo de él es que era un sitio tranquilo y agradable, con largos senderos por los que pasearse a lo largo del río Krka, que conducen a un paisaje compuesto de 9 cascadas. La naturaleza del lugar es impresionante. Todo es muy verde. Eso sí, se supone que el parque cuenta con un sinfín de especies animales, pero yo no vi el más mínimo rastro de estos. Supongo que estarán en lugares alejados por donde no pasan los turistas.
El parque Krka es mucho menos turístico que el de Plitvice, por lo que ofrece una escapada natural mucho más relajante y divertida, ya que tendrás la oportunidad de bañarte en la cuenca inferior del río.
También se realizan excursiones en barco desde Sibenik, pero como yo vine en coche, la verdad es que no sé si valen la pena.