La visita al campo de las estelas gigantes del centro de Aksoum es realmente increíble, una visita imprescindible y fascinante. Algunas estelas tienen más de 30 metros de altura. No sabemos casi nada de la civilización que vivió aquí, ya que es muy antigua, y los símbolos místicos grabados en las tumbas han mantenido todos sus secretos. Hacen referencia a los mitos paganos sabeos celebrados en honor a la luna y el sol que ya existían en el siglo X antes de E.C.La primera civilización etíope nació de la unión entre la Reina de Saba y Salomón, el rey de Judea, que dio a luz al futuro rey Menelik I.
Es un poco frustrante no tener más información sobre el sitio, sobre todo porque tan sólo el 10% de la superficie de la ciudad original ha sido excavada por los arqueólogos. En el lugar se pueden observar campos enteros que todavía faltan por excavar. Lo mismo sucede con la ciudad, se observan campos de estelas sepultadas en los campos de vacas, es increíble.
El ticket de la entrada al campo de las grandes estelas del centro de Aksoum da derecho a entrar a otros seis sitios dispersados por la ciudad, en especial a las ruinas del palacio de la reina de Saba a unos kilómetros de la ciudad, cuyo reino tuvo lugar en el siglo X antes de E.C. en la época del Rey Salomón de Judea. Consigue un guía por 400 birr al día (precio oficial), y te acompañará por todas partes, muy útil para tener más explicaciones.
La avenida central de la ciudad es muy agradable, está llena de bares con terrazas, y por ella circulan un buen número de tuk tuks. Un bonito espectáculo. El acceso en transporte público a Aksoum sigue siendo difícil desde Debark. Es mejor llegar por Tigré (Adigrat o Mekele en particular).