La ascensión del monte Agungno es cosa fácil, pero el esfuerzo vale mucho la pena, aunque solo sea por las vistas que verás al llegar a tu destino. Hay muchos caminos para subir. El más duro sale desde el templo de Besakih y necesita de unas 6 a 7 horas. Otro camino de más fácil acceso sale desde el templo de Pasar Agung. De todas formas, has de saber que la ascensión a veces es complicada y que el suelo puede ser bastante deslizante. Estar en buena forma física te facilitará mucho la caminata. Evita también los meses de enero y febrero, durante los cuales caen trombas de agua sobre el monte Agung.
¿Qué decir de los paisajes, aparte de que son magníficos? La exuberante vegetación de la ladera del volcán poco a poco va dejando paso a un decorado más hostil de roca y cenizas donde no crece nada. Una vez en lo alto, las vistas sobre el cráter y los alrededores son grandiosas. ¡Una ascensión reservada para los aficionados al trekking !
Durante mi estancia en Bali, traté de combinar los paisajes de mar y montaña. Después de haber disfrutado de las playas de Amed, decidí acudir a los pies de las áridas colinas circundantes para realizar el ascenso al monte Agung, una magnífica cumbre volcánica que me miraba desde lo alto desde hacía algunos días. Apenas después de haberme acostado, el despertador anunció el inicio de este reto deportivo. Nuestro pequeño equipo estaba formado por belgas, españoles, polacos y balineses, y comenzamos el ascenso, solamente guiados por el halo de luz de nuestros faros en estas laderas escarpadas. Arrullados por el sonido de la lluvia, subimos los 1.500 metros de desnivel que nos separaban de la cima del volcán, rodeados por la niebla matinal. Cuando, por fin, comenzamos a percibir el cráter, la ruta de senderismo se transformó en escalada y llegamos casi a cuatro patas, justo a tiempo para ver el amanecer.
Nuestros esfuerzos fueron ampliamente recompensados por un paisaje impresionante: un mar de niebla, excepcionales vistas de la caldera, el océano que surge abajo y el monte Rinjani, el volcán más famoso de Lombok, atravesando las nubes en la distancia. Ahora, entendemos por qué los balineses llaman al Monte Agung la morada de los dioses.