Seguramente tu viaje a Laos te llevará hacia el sur del país. Verdadero remanso de paz, las 4000 islas (Si Phan Done en laosiano) constituyen, en mi opinión, una etapa imprescindible de la región.
Con su ambiente relajado y sus magníficos paisajes, las 4000 islas son, para mí, el lugar ideal para hacer una pausa durante un viaje itinerante y para soltar la mochila durante algunos días.
Momento fuerte de la estancia: la posibilidad de montar en una pequeña piragua al atardecer para intentar observar el delfín de Irawadi. Tampoco puedes perderte la visita a los bellas cataratas de Phapeng, que marcan la frontera con Camboya.
Para mí, la isla de Don Khône es la más interesante, sobre todo porque alberga las cascadas de Liphi, realmente impresionantes por su caudal. Hay una ruta que rodea toda la isla, ideal para una jornada en bicicleta. Un puente que data de la colonización francesa la conecta con la isla de Don Det, donde decidí establecerme durante algunos días.
Estas dos islas son, en mi opinión, las más agradables y las menos turísticas. Efectivamente, la isla de Don Khong es una atracción para los mochileros y en temporada alta esta demasiado ocupada.
Para mí ésta es una de las regiones más bellas de Laos, permite disfrutar de la calma y del ritmo de vida laosiano admirando sublimes paisajes. ¡No debes perdértela bajo ningún concepto!
Pasé 5 días en la isla de Don Det, en un pequeño bungalow a orillas del Mekong. La playa de la isla es muy pequeña y, a menudo, llena de gente.
Es posible nadar de islote en islote. Hay muchos, de diferentes tamaños, y puedes descansar en ellos después de haber nadado en el Mekong. Los islotes se extienden interminablemente, y ¡el paisaje es increíble!
En la isla, un paseo en bicicleta permite explorar los arrozales y el otro lado de la isla, menos habitado. También se proponen excursiones en kayak en las que es posible ver delfines.
¡Sólo es uno de los numerosos islotes de esta región que tiene tantos... tú eliges el tuyo!