Situado a pocos kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, en el sur de México, el Cañón del Sumidero, que podría alcanzar hasta los 1000 metros de profundidad, es una de las maravillas del estado de Chiapas. En cuando llegué al embarcadero, me monté en un barquito de motor que llevaba a unas veinte personas. Esta pequeña travesía que iba siguiendo los meandros de la falla me permitió admirar la fauna que habita en las riberas: cocodrilos y aves de todo tipo.
Durante esta ruta por el río Grijalva, pude contemplar las cascadas naturales brotando y cayendo en las aguas del río. Fue uno de los espectáculos más impresionantes, y se vio acentuado por las proporciones desmesuradas del sitio. En efecto, al ver aquellas gigantescas y abruptas paredes ante mí, me sentí muy pequeña y frágil. Bordeando la orilla, las embarcaciones se introducen suavemente en un mundo paralelo, un mundo natural y salvaje.
Es un sitio natural increíble y de visita obligada si viajas por la región.