Cancún (México)

Por lo que pude ver en mi viaje a Méjico, Cancún no tiene nada de auténtico. Es verdad que el sitio es bonito. Pero es una lástima. Y es que el paisaje de arena y aguas cristalinas ha sido devastado y sobreexplotado para construir edificions y hoteles. Las playas están sucias. Es un desastre. Cancún ha hecho su agosto de alguna manera, ya que cada año miles de estadounidenses van a pasar el famoso "Spring Break". Cancún es un sitio ideal para ir de fiesta. Barra libre de bebidas, cruceros y yates discoteca, clubes en la playa... Básicamente alcohol y fiesta. Así que si eso es a lo que vas, bien, pero si no, mejor ve a otra parte.

Cancún, o «Las Vegas» mexicana, como a mí me gusta llamarla, no me gustó para nada. El paisaje que, de entrada, es paradisiaco (aguas turquesas, arena blanca y palmeras de ensueño) se estropea con los numerosos edificios de hoteles y resorts. Es una auténtica estación balnearia y, aun a riesgo de parecer demasiado criticona, me atrevería a decir que también es una válvula de escape para los gringos y los europeos que lo único que buscan es desmadrarse. Es el lugar ideal para lucirse y gastar dinero. De hecho, no se paga en pesos como en el resto de México, sino en dólares americanos, y los precios son desorbitados (aunque para los europeos en México el coste de la vida sea barato).