Situada a algunos kilómetros de la localidad de Aquismón, el Sótano de las Golondrinasestá considerado como la caverna vertical más bella del mundo. Con una profundidad de unos 500 metros, es la más popular entre los amantes de la caída libre.
Al contrario de lo que cabría pensar por su nombre, ¡en la caverna no hay ninguna golondrina! En realidad, los primeros que la descubrieron confundieron a los vencejos comunes con éstas. También han establecido allí su domicilio los periquitos y otras especies.
Este espléndido rincón es inédito (perfecto para los que sueñan con destinos alejados de los circuitos turísticos) pero acceder no es fácil, sobre todo por la mañana temprano. Fuera de la temporada turística lo más fácil es alquilar un coche. Una pequeña cabaña en al entrada del parque te indicará donde empieza el escarpado camino en plena selva que conduce hasta el lugar en cuestión. Y si no puedes ir por la mañana, no te preocupes, la vuelta de los milles de pájaros a su antro justo antes del atardecer también vale su peso en oro. Tuve la suerte de pasar un día entero y ¡qué recuerdos!