Aunque Budva sigue siendo una de las ciudades costeras montenegrinas más populares y más famosas, no me llamó demasiado la atención durante mi paso. Es verdad que el casco antiguo, rodeado de fortalezas está al mismo nivel que el de Dubrovnik o Kotor, una maravilla arquitectónica con su laberinto de callejuelas históricas y hermosas iglesias, sin embargo, durante mi recorrido por Montenegro, me di cuenta de que la ciudad, al igual que una gran parte de la costa montenegrina, ha sido arruinada con la llegada del turismo de masas.
Playas de hormigón, enormes complejos turísticos, construccions de apartamentos sin encanto, numerosos clubes, restaurantes y bares que se han instalado por todo el litoral, la ciudad no se ha salvado de la reciente llegada del turismo. Si tienes la oportunidad, escoge Kotor, que aunque no está al borde del mar, cuenta con un centro mucho más agradable y auténtico.
La vieja ciudad de Budva vale realmente la pena. Está construida con el estilo de las ciudades típicas de la costa adriática del lado de los Balcanes y los vestigios arqueológicos son la prueba de una historia local con 2.500 años de antigüedad.
Sin embargo, desde hace varios años, las nuevas construcciones y el hormigón invaden poco a poco los alrededores de la vieja ciudad: hoteles, casinos, bloques de viviendas estivales, etc. La ciudad se han convertido en un gran punto para el turismo regional, atrayendo incluso a grandes nombres de la música como Madonna o David Guetta.
Como en todo el resto de la región, las playas son más bien de piedras, pero siguen siendo simpáticas y agradables fuera de temporada.
Para los fans de la nightlife, hay muchas posibilidades. Varios bares y discotecas fuera del centro viejo de la ciudad son bastante simpáticos.
Budva es un destino ideal para los viajeros atraídos por las playas y las discotecas. Las guías la califican de la Ibiza del Adriático. Como no era el objetivo de mi estancia en montenegro (ya había visitado muchas playas en Croacia), no me quede mucho tiempo en la ciudad.
Es más agradable bañarse en Budva que en la bahía de Kotor pues las playas están correctamente acondicionadas. La antigua ciudad fortificada y el puerto son encantadores y pueden ser el objeto de media jornada de paseo. En cambio, no me gustó mucho el ambiente muy turístico, sobre todo porque se trata de un turismo de lujo ostentoso. Ya lo había visto en la costa croata.
Budva es como la costa azul francesa y es normal que los amantes de la fiesta de toda Europa del Este y Rusia, faltos de sol, vayan de fiesta allí, pero si buscas naturaleza y tranquilidad, ¡huye!