Mozambique, situado en la costa sur africana, justo frente a Madagascar, sigue siendo un lugar desconocido para muchos turistas. Sin embargo, sus extensas playas sombreadas de cocoteros, su atmósfera misteriosa y unas islas con un carácter tan especial ofrecen un enorme potencial para los visitantes. Si la capital de Mozambique, Maputo, y su catedral, sus museos y su casa Eiffel hacen las delicias de los amantes de la arquitectura, el parque nacional de Gorongosa, las reservas naturales de Maputo y Niassa y el lago Malawi dejarán encantados a los apasionados de la naturaleza. El país se divide en dos partes diferenciadas: el sur, con Maputo, capital en plena efervescencia, concentra la mayor parte de las riquezas de Mozambique. En cuanto al norte, muy subdesarrollado, es una región mucho más salvaje a 1000 kilómetros del turismo de masas y es el lugar ideal para los viajeros que buscan aventura.