Me encantó Tofo: alojamientos para todos los bolsillos, restaurantes, chiringuitos con techos de paja, los pies todo el rato en remojo... Hay un ambiente muy relajado y festivo, la playa es magnífica y la naturaleza está intacta. ¡Te puedes alojar en la misma playa! En el pueblo hay varias tiendas de alimentación y mucho artesanado que se hace allí mismo. El centro es bonito, plantado de cocoteros.
Tuve ocasión de hacer snorkeling con tres tiburones ballena. ¡Uno de ellos medía más de siete metros! Tengo que reconocer que al principio pasé un poco de miedo. Encontrarse encima de tal monstruo marino impresiona mucho, aunque en realidad son inofensivos. En la laguna coralina que rodea Tofo hay una diversidad de fauna marina increíble. Si te gusta bucear, te dejará extasiado/a.