El puerto de Bergen me gustó particularmente. Era la primera vez que descubría una ciudad hanseática. Pasé un buen momento paseando por el muelle con sus casas de formas y colores vivos. Se siente la relación de los noruegos con el mar. ¡Deambular por el animado mercado de pescado también es agradable a pesar del olor! Tienes que probar los bocadillos de cangrejo.
La ciudad me pareció encantadora. Las estrechas calles me hicieron sumergirme en el pasado medieval de Bergen. Hay muchos museos, sin olvidar las pequeñas tiendas de las calles peatonales del centro de la ciudad. Es un ciudad tranquila y un punto de partida para visitar los fiordos durante una estancia en Noruega. También puedes disfrutar de la vista de la ciudad tomando el funicular.
A pesar del mal tiempo, Bergen es una ciudad llena de encanto. Como prueba, sólo tienes que dar un paseo para admirar los antiguos edificios con diferentes colores para darte cuenta de que la gente local también sale a las calles, sin importar el tiempo que haga. Recuerda que estás en Noruega, todo es más caro.
Haz un recorrido por el mercado del pescado para echar un vistazo a las capturas del día. Y si eres un aficionado de la fotografía como yo, será un lugar que te hará realmente feliz. Puedes subirte a un teleférico para llegar a lo alto de la montaña, las vistas son impresionantes. Una vez allí, tendrás varias posibilidades: en mi viaje a Noruega me encantó la pradera « Fløisletten » donde pude conocer algunos grupos de personas que estaban haciendo barbacoas (tenían casi 4 horas de sol). Puedes traerte tu propia comida porque las parrillas ya se encuentran instaladas.
Nada más llegar, todavía con las maletas a la espalda buscando un hotel que me acogiese durante algunas noche, al verlas sólo pude directa a las magníficas casas de estilo hanseático, verdadero símbolo de Bergen.
No hay necesidad de mirar un plano, Bergen es una pequeña ciudad donde es particularmente agradable perderse. Después de haber recorrido la ciudad, me alcanzó la llamada de la naturaleza. Buena noticia, el funicular de Fløibanen te lleva al monte Fløyen, a 320m de altitud. Las vistas y las rutas de senderismo son magníficas. Después de descender, alrededor de las 13h, una impresionante fila me obliga a recomendarte hacer esta escapada por la mañana para más calma y tranquilidad. Para los adepto de la cultura noruega y escandinava, Bergen acoge a numerosos acontecimientos como conciertos y festivales
Comer hasta saciarse en Noruega tiene un precio. Les toca a los turistas descubrir los mejores planes. En Bergen, ese es el mercado de los pescados, reconocible por sus tiendas naranjas y su ambiente sociable. Un punto más a su favor: allí puedes comer algo rápido. Aunque es muy turístico, apreciarás la autenticidad del lugar.