Ciudad de unos 120 000 habitantes , Bodrum cultiva su carácter hedonista : playas paradisiacas, terrenos con palmeras plantadas, discotecas, restaurantes de marisco... Se ve claramente por dónde tira esta ciudad. Sin embargo, Bodrum apuesta por diferenciarse de las demás ciudades de la costa con una gastronomía de calidad y hoteles con estilo, en contraposición a los grandes complejos hoteleros de asfalto. Su última ventaja es que la ciudad cuenta con algunos emplazamientos históricos de gran belleza, testigos de la época en que aún se llamaba Halicarnaso, así como con una fortaleza que domina la bahía, que recuerda la presencia de los templarios.
A pesar de todas estas cualidades, nunca me llegó a conquistar el encanto de esta ciudad. A veces me daba cierta sensación de artificialidad, y me parece que el lujo, aunque discreto, llega a quitarle autenticidad al lugar. Es como si no te sintieras en Turquía del todo. Esta visita no es imprescindible durante un viaje a Turquía.
Bodrum se distingue por sus casas blancas que descubrirás nada más llegar. Ciudad con un puerto de recreo y numerosas fiestas, tiene fama entre los "clubbers" turcos y extranjeros por su ambiente de marcha. Recuerdo haber oído hablar antes en ruso que en turco durante mi estancia en Bodrum.
Además de su animada vida nocturna, la ciudad ofrece un bonito puerto en el que resulta agradable pasear y seleccionar el yate que más te hará soñar. El castillo de San Pedro, construido en el siglo XV y fuerte de una historia turbulenta, es una de las visitas imprescindibles del destino. Actualmente abriga interesantes colecciones de restos arqueológicos submarinos.
Todos los martes, se celebra un mercado en el vestíbulo con vistas a laotogar (principal estación de autobuses nacionales e internacionales). Es la ocasión para hacerse con una cesta de aceitunas, galletas caseras y frutas y verduras de temporada. Aléjate del centro de la ciudad (en microbús, por ejemplo) para hacer un pic-nic en una de las bellas playas del rincón. Parada asegurada.
Aunque Bodrum no es, ni de lejos, mi destino preferido, puede, sin embargo, ser un alto simpático durante unas vacaciones en Turquía entre amigos.