Me encantó la isla de Tanna durante mi viaje a Vanuatu. Es una isla muy fértil, donde la vegetación es impresionante. Durante mi estancia tuve la oportunidad de ir de excursión por el bosque y recorrer los caminos que unían los pueblos. Me crucé con enormes árboles centenarios y una multitud de flores exóticas multicolores.
El monte Yasur es la principal atracción de la isla. Hay una pista para todoterrenos que lleva hasta los pies del volcán. Después, hay que subir las escaleras para llegar al cráter. El espectáculo es magnífico. Una burbujeante lava con proyecciones y estruendos. Por la noche, la lava roja se desliza sobre un fondo negro y es aún más impresionante.
En la isla de Tanna, me gustó la bahía de los tiburones, donde realmente se puede ver a estos escualos desde lo alto del acantilado. El lugar está lleno de pequeños tiburones de arrecife, inofensivos, por lo que bañarse en una de las bonitas playas de la isla no plantea ningún problema.