Albania es también conocida como 'el último secreto de Europa'. Un destino desconocido que poco a poco se ha ido abriendo al mundo y cuyos habitantes están encantados de recibir con los brazos abiertos. Si decides viajar a Albania descubrirás un destino auténtico, enclavado en un punto muy interesante por tener la influencia de Grecia, Italia y otros países balcánicos. Bañado por el Mar Adriático, Albania ha sido lugar de desembarco y conquista de varias civilizaciones, como la griega, romana, bizantina y la otomana. Encontrarás puntos de interés cultural y maravillas naturales a lo largo y ancho de todo el país.
¿Qué ver y qué hacer en Albania?
Lugares para visitar
Albania es una perla escondida del Mediterráneo. Sus grandes ciudades a día de hoy están construidas sobre la modernidad y la alegría de vivir, y sus pueblos y ciudades históricas siguen conservando un pasado tradicional reflejado en bonitos estilos arquitectónicos. Este país tiene mucho que ofrecer, pues es un paraíso también para los amantes de civilizaciones pasadas y para los enamorados de la naturaleza salvaje. Estos son algunos lugares que tienes que ver en Albania:
- Theth: pequeño pueblo en mitad de las 'montañas encantadas' del norte de Albania. Si quieres respirar el aire más puro, descansar en plena naturaleza y descubrir la cara más tranquila del país, este es tu sitio. Allá donde mires aparecerán imponentes rodeando los montes Prokletije.
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Berat: ¡bienvenido a la Ciudad de las Mil Ventanas! Berat posee un alma auténtico y te cautivará a cada paso que des. Tienes que recorrer sus tres barrios con más encanto, Mangalem, que te transmitirá a otro tiempo y que posee la mezquita más antigua de Albania; Kajala con sus calles empedradas, sus iglesias y el castillo en lo alto; y por último Gorica, separada de las otras dos por el río Osum.
- Gjirokastra: conservada como 'ciudad-museo' y rodeada de montes, esta peculiar ciudad tiene un encanto especial. El estilo otomano cubre las casas que se encuentran encaramadas en las montañas y entre calles empedradas. Visita el Castillo y como lugar alternativo y de contraste a la belleza pasada de la ciudad, explora el búnker interno debajo del castillo, construido a escondidas en la década de los 60.
- Tirana: tras un marcado y no tan lejano pasado soviético, los geométricos edificios de la ciudad se han vestido de vivos colores y es una fiesta para los ojos. La Plaza de Skanderberg es donde se concentra el mayor ambiente de la ciudad, y a su alrededor encontrarás otros lugares que visitar como la Mezquita Eh’tem Bey, la Torre del Reloj y la 'Pirámide'.
¿Qué hacer?
- Todavía quedan rincones por descubrir en el Mediterráneo. Relájate en las playas de Albania, o más conocida como la Riviera albanesa, entre aguas cristalinas y azul turquesa, en Borsh, Ksamil o Vlore, y sus numerosas calas escondidas entre vegetación.
- Transpórtate a civilizaciones pasadas en los numerosos parques arqueológicos del país. No te pierdas Butrint, habitada desde la prehistoria, por los griegos, los romanos y posteriormente los bizantinos. Tampoco Apollonia, el parque arqueológico más grande del país, ni Durres, antigua ciudad importante que unía Roma y Constantinopla.
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Hacer senderismo y perderte por su intacta naturaleza. Albania es generosa en paisajes y cuenta con ríos, montañas, lagos y una variada flora y fauna. Adéntrate en los parques naturales del valle de Valbona y de Shebenik-Jabllanica y descubre maravillas como el Lago de Koman o el manantial SyriKalter ('El Ojo Azul').
- Sorpréndete con los bellos colores del Lago de Ohrid, uno de los más antiguos del mundo, que además comparte territorio con Macedonia.
- Visita la histórica y medieval ciudad de Kruje y su antiguo castillo, y Shkodra para descubrir la mezcla de religiones y culturas que alberga esta animada ciudad con más de 2000 años de antigüedad.
- Disfruta de la gastronomía albanesa, que aunque no esté reconocida a nivel mundial, es de una rica variedad pues mezcla influencias culinarias turcas, balcánicas y mediterráneas.
Mejor época para viajar a Albania
La mejor época para viajar a Albania es en primavera, como los meses de mayo y junio, o en septiembre. Estos meses cuentan con el mejor clima, suave y de tipo mediterráneo. En agosto las temperaturas son más elevadas en agosto y el turismo alcanza su punto más alto. En invierno nieva durante varios meses en la montaña, pero por lo general las temperaturas bajan raramente de cero grados. Según la zona y la época el clima puede ser muy variado (en el interior un clima continental y en las montañas clima frío y abundantes precipitaciones), por ello te recomendamos que consultes nuestra web para obtener información más detallada sobre cuando viajar a Albania.
Información útil para el viajero en Albania
¿Cómo organizar un viaje a Albania?
Albania es impresionante y tiene mucho que ofrecer, pero hay que poder informarse bien ya que no suele encontrarse entre los destinos más típicos para ir de viaje. Contacta con nuestros agentes locales hispanohablantes para que te organicen un viaje a medida, ajustado a tus intereses y expectativas. Bien te apetezca un viaje enfocado a descubrir las maravillas naturales del país, más bien la parte histórica, una pequeña escapada o un viaje intenso para descubrir todas las caras de Albania, nuestros agentes te recomendarán los mejores itinerarios y actividades, y te asesorarán antes y durante el viaje en cualquier tema de interés. Consulta nuestra guía práctica para obtener más información sobre el destino.
Vuelos de España a Albania
No hay vuelos directos de España a Albania, por lo que una escala en algún país europeo es necesaria. Una buena ruta y con precios no muy caros es viajar a Albania desde Italia, que tiene vuelos diarios y directos.
Documentación necesaria
Para viajar a Albania como ciudadano español solo es necesario el DNI o pasaporte en vigor y con una validez mínima de 6 meses.
Seguridad en Albania
Albania es en líneas generales un país seguro para visitar. Solo deberás tomar las medidas de precaución básicas como en cualquier otro viaje, y en caso de recorrer el país en coche a tu aire, ser muy prudente pues ciertas zonas siguen en mal estado y con deficiente señalización.