
Organizar un viaje por Australia requiere cierta preparación administrativa que no debes olvidar. No es difícil, pero hay que hacerla.
Los ciudadanos españoles deben solicitar un visado electrónico para entrar en Australia como turistas. Existen dos tipos de visado: El Visado eVisitor (subclass 651), que es gratuito y el Visado Electronic Travel Authority (ETA, subclass 601), con un coste de 20 dólares australianos. Estos visados permiten permanecen en Australia por un espacio de hasta tres meses tantas veces como lo deseen durante un periodo de 12 meses.
El Departamento de Inmigración australiano ha eliminado las etiquetas de visado sobre pasaporte por lo tanto te recomiendo que imprimas el visado electrónico y viajes con él.
No hace falta ponerse ninguna vacuna para ir a Australia. El país no presenta ningún riesgo higiénico, simplemente ten al día tus vacunas normales.
Si tienes la intención de alquilar un coche en el lugar, las compañías te pedirán tu permiso de conducir nacional así como el internacional. Puedes obtener este último gratuitamente en la dirección general de tráfico.
Al llegar al aeropuerto, te darás cuenta rápidamente de que no hay que bromear con los agentes de inmigración. Son muy estrictos y aplican las reglas a rajatabla. No te hagas el gracioso pretendiendo llevar algún producto de origen vegetal o animal. Aun si es un simple tomate, este no tiene permiso para entrar en territorio australiano. En cuanto a un paté o un jamón, ni lo pienses. Si tienes que dejarlo tendrás que pagar la descontaminación. Ni que decir que cuesta caro.