El templo de Pura Besakihes en realidad un conjunto de 23 templos conectados entre sí, de los cuales el más importante es el Pura Penataran Agung, con 6 niveles a los que se accede por unas grandes escaleras. El sitio es verdaderamente grandioso. Durante mi visita, había niebla, lo cual hacía que el ambiente fuese aún más especial. Se puso a llover durante un cuarto de hora y me refugié en un templo apartado, junto a un monje que solo hablaba su idioma. Intentamos comunicarnos por señas mientras pasaba el mal tiempo. ¡Fue una bonita experiencia!
Cuando llegué a lo alto del templo, las vistas de la región hicieron que la subida mereciese mucho la pena. Cuando pases por allí, lo mismo tienes la oportunidad de ver una ceremonia religiosa. Te animo también a explorar los rincones un poco más escondidos, donde tendrás bonitos hallazgos. Es una de las visitas imprescindibles de un itinerario por Bali.
En Bali encontrarás una multitud de templos para visitar, pero Besakih es, sin duda, el más impresionante y el más suntuoso. Desde lo alto de su montaña, reina como señor benevolente sobre la isla. Representa un lugar imprescindible durante un viaje por Indonesia.
El principio de mi visita había, no obstante, empezado mal. En efecto, la entrada en Besakih está sujeta a una donación : ¡según tu buena voluntad, entonces! Pero si no donas lo suficiente, los balineses insisten para que des más, hablamos de un mínimo de 10 euros (lo que no es caro para nosotros, europeos, ¡pero es mucho para Bali!) Así pues, finalmente la entrada es de pago y la cantidad depende de la buena voluntad del recepcionista, que intenta por todos los medios proporcionarte un guía que, claro está, tendrás que pagar. Uno de mis amigos, que tenía un libro explicativo sobre Besakih, no quería ningún guía: tuvo que explicar que si tenía que pagar además un guía, ¡50 euros!, no visitaría el templo puesto que sería demasiado caro. Entonces, ¡aceptaron dejarlo pasar sin guía!
Personalmente, al final, estaba contenta de tener el guía conmigo (negocié el precio) para entender las sutilezas del templo y los diferentes sitios, pero no me gustó esa forma de actuar que es cada vez más y más normal en Bali. ¿Eres turista? Entonces, ¡queremos tu monedero! Antes el regateo era necesario; ahora es cada vez más difícil: yo encontré ciertos lugareños, sobre todo mujeres, muy agresivos desde el momento en que intentamos negociar. Pero que esto no te impida acceder a Besakih, porque la visita merece de verdad la pena.
Este templo es tan grande que te puedes perder fácilmente: pasas delante de una multitud de altares, santuarios y estatuas. De Besakih guardo, sobre todo, el recuerdo, a la entrada, de esa impresionante escalera que parece subir al cielo, después, esos innumerables techos piramidales: una ciudad en las nubes, con el magnífico volcán Agung como telón de fondo, cuando este, perdido entra la niebla, se digna aparecer.