
El alojamiento y el transporte son dos de los gastos más importantes, con una relación calidad/precio en ocasiones no muy buena. A menudo es mejor elegir instalaciones familiares y pequeños restaurantes. Por último, intenta siempre comprar recuerdos de un comercio justo que promuevan el respeto por las costumbres y los trabajadores.
Viajar por Birmania es un poco más caro que otros destinos de la zona e incluso puede sorprender a los viajeros occidentales que encuentren en ocasiones unos precios muy similares a los de Europa: alojamiento y transportes. También hay que tener en cuenta los billetes de entrada a los sitios turísticos. Por el contrario, comer cuesta lo mismo que en el resto de Asia.
Actualmente es posible sacar dinero con una tarjeta de crédito del tipo Visa en los cajeros repartidos por todo el país. Por supuesto, también se puede cambiar dinero en las agencia de cambio de divisas de los aeropuertos y de las grandes ciudades (en febrero de 2016, un euro valía 1400 kyats). Desde finales de 2014, ya no parece ser necesario contar con billetes de dólares americanos nuevos. También se puede pagar en dólares americanos (hotel, autobús...) o en kyats, aunque no en euros.
Encontrarás todo tipo de alojamientos durante tu viaje por Birmania, desde un gran palacio de unos cientos de euros la noche, a un dormitorio sofocante cerca de un arroyo. Los precios cambian muy rápido, pero puedes calcular entre 10-15 € para una cama en un dormitorio, y 30-50€ para una habitación doble estándar con aire acondicionado. A veces la competencia no es muy grande, sobre todo en los lugares turísticos menos importantes, lo que puede hacer que la relación calidad/precio no sea muy buena. También puedes viajar en temporada baja e intentar regatear los precios.
En los principales lugares turísticos (Bagan, lago Inlé...), se exige un billete de entrada, que solamente se puede pagar en dólares americanos.
Para quienes deseen viajar de forma responsable en Birmania y para controlar su presupuesto, es recomendable dirigirse a las pequeñas instalaciones de alojamiento familiares (del tipo homestay), comer en los pequeños restaurantes, y evitar las zonas turísticas que exigen el pago de una entrada.
En general es fácil comer por la calle como lo hacen los birmanos, sentados en pequeños taburetes: disfruta de una experiencia auténtica por unos cuantos kyats.
Tienes que saber que el salario medio mensual de un maestro de escuela es de unos 150 dólares, así que si quieres regatear al comprar los recuerdos, debes ser moderado y responsable. Por último, sé respetuoso con la religión budista y no compres productos comerciales con la imagen de buda, sino elige mejor un producto realizado a mano por un artesano.
Birmania ofrece muchas formas de viajar: desde un dormitorio para mochileros, a una luna de miel en un hotel de 5 estrellas. En cualquiera de los casos, las cálidas sonrisas de bienvenida de los birmanos seguirán siendo gratuitas y accesibles a todo el mundo.