Esta isla "paradisíaca" en la costa de Río de Janeiro alberga nada más y nada menos que una de las 10 playas más bonitas del mundo, Praia López Méndez.
Aconsejo:
Lleva dinero en efectivo para tus compras, ya que no hay cajero en la isla.
Mi opinión
La llegada a Ilha Grande es ya una aventura en sí misma: hay que tomar un ferry o catamarán -según el presupuesto de cada uno- en el puerto de Angra dos Reis, a unos cien kilómetros al sur de Río. Un trayecto bonito con una estampa final fantasmagórica en el embarcadero de Vila do Abraão. La vista es increíble y quita la respiración. Nos parece estar en la novela "La isla del tesoro". ¿Igual fue aquí donde Stevenson se inspiró?
Agua en diversos tonos de azul, montañas cubiertas de una jungla densa y goletas de colores. Podrás ver que, además de su belleza, la isla ofrece actividades en la naturaleza de todo tipo, desde buceo hasta senderismo. En el cartel de bienvenida a la isla se lee" Si el paraíso existe, no está lejos de aquí ''. Y uno se alegra de haber incluido este maravilloso destino en su ruta por Brasil.
La "ciudad" principal del lugar es muy pequeña y llena de posada. Podrás ir caminando o en catamarán a las muchas playas de la isla, aquí el transporte de cuatro ruedas está prohibido (por lo menos para los turistas).
Fui a hacer un recorrido a la famosa playa López Mendes, pero la mención especial de mi viaje es para la playa Aventureiro. La oferta de excursiones es amplísima, con o sin guía. Aconsejo fervientemente la subida al pico de Papagayo, intensa, pero con una vista espectacular desde la cima.
Para equilibrar mi opinión, diré que hay quien critican el excesivo carácter turístico del lugar. Y no van muy desencaminados. Aquí no encontrarás una cultura local propiamente dicha El paisaje constituye su principal atractivo. Pero éste es tan impresionante, que vuelvo a remarcar: ¡no te lo pierdas!
