
Brasil es un país acogedor, y para disfrutar de la estancia, te sugiero que evites situaciones embarazosas para ti y para los demás. Algunas informaciones de utilidad para una exitosa estancia en Brasil.
Tanga sí, topless no Es posible que sorprenda a algunos el hecho de que, en un país donde el tanga es el bañador típico, hacer topless está mal visto, al igual que el naturismo.
Los brasileños son gente muy abierta y el contacto físico es muy común. Para decirse hola o adiós, recurren frecuentemente al "abraço", un abrazo más o menos fuerte según sea el grado de confianza. Así que no te sorprenda recibir un caluroso abrazo.
Si te invitan a una casa particular, el protocolo es el mismo que en Francia, es normal no presentarse con las manos vacías, sino con flores, vino o algo típico de nuestro país.
A diferencia de en Francia, donde hasta los estornudos están mal vistos, en Brasil es peor sonarse la nariz en público que recurrir al estornudo. En este sentido, encontrarás palillos en todas las mesas de los restaurantes, pero no se te ocurra limpiarte los dientes en público, hazlo discretamente.
Mientras que el regateo es común en muchos países del hemisferio sur, en Brasil esta práctica no es aceptada en las tiendas de artesanía ni en los mercados poco turísticos. En sitios más frecuentados por el turismo, no hay problema en regatear.
Independientemente de dónde estés en Brasil, tira el papel higiénico a la papelera y no al váter, ya que las tuberías y los sistemas de canalización no están tan preparados. Después de algunos días, esto se convertirá en un gesto automático. Yo seguí haciéndolo inconscientemente después de volver de viaje...