El viaje nos ha sorprendido gratamente ya que no pudimos indagar mucho sobre el país antes de ir y no sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar. Monasterios e iglesias preciosas en entornos naturales maravillosos. Ciudades y pueblos muy acogedores y con mucho ambiente (no sólo turístico). Gente simpática, alegre con buen ambiente en las calles.