Una escapada poco común
Menos visitada que sus vecinos Turquía y Rumanía, Bulgaria aparece extrañamente apartada de los circuitos turísticos, cosa que por una parte no está nada mal. Si eres un viajero al que le gusten los países con tradiciones aún vivas, Bulgaria es para tí. Es un destino auténtico, que no ha sido afectado por el turismo de masas, con una población local acogedora y paisajes extraordinarios.
Un paraíso natural
Bulgaria tiene uno de los entornos naturales más sobresalientes del este de Europa. El número de parques naturales y nacionales confirman este dato: el Parque Nacional de Pirin, el de Rila o incluso
el Parque Natural de Strandja son tan sólo algunos ejemplos de la grandeza natural búlgara. Esta abundancia de montañas y bosques te brindará numerosas posibilidades para realizar actividades como el senderismo en verano o esquí en invierno.
Un país que sigue arraigado en sus tradiciones y con una cultura firmemente establecida.
Una nación muy rural,
Bulgaria ha sabido conservar sus tradiciones en sus cuantiosos pueblos aislados de las regiones montañosas del país. Ya sea arquitectura, costumbres o artesanía, Bulgaria cuenta con una vida rural muy activa, que podrás observar al quedarte en alguno de los alojamientos particulares del país. Los mercados todavía viven al ritmo de los productos de la temporada, mientras que la arquitectura tradicional ha sido muy bien conservada, en especial en las montañas. Una forma ideal de volver a conectar con las raíces y disfrutar del trato con la gente.
Para descubrir monasterios y sitios antiguos de gran belleza
Un país mayormente cristiano ortodoxo, Bulgaria todavía cuenta con una comunidad muy activa de praticantes. Si bien cada ciudad principal posee muchas iglesias ortodoxas a veces bastante impresionantes (en especial la iglesia Alexander Nevsky de Sofía), los monasterios enclavados en las montañas son lugares imprescindibles que merecen más de una visita. Rila, es sin ninguna duda el más famoso, encaramado a 1.200 metros de altitud, con su serie de arcadas y su hermosa iglesia que nos desvela unas pinturas murales realmente asombrosas.
Para divertirse en las grandes ciudades o en la costa
Bulgaria tiene una vida nocturna especialmente vibrante. La capital Sofía tiene un buen número de bares, salas de conciertos escondidas en los subterráneos y clubes nocturnos a los que los jóvenes se acercan para bailar toda la noche. No te costará encontrar dónde salir de fiesta. Pero Bulgaria no es la única capital del entrenimiento, las más grandes ciudades del país, Plovdiv o incluso Veliko Tarnovo ofrecen estupendos lugares para salir, así como la costa del Mar Muerto, que se transforma cuando llega el verano, y se convierte en una auténtica discoteca al aire libre.