
Descubre una provincia desconocida, poco turística, que gana mucho cuando uno la explora y conoce mejor.
La provincia de Manitoba, situada en lo que se conoce como las Praderas, no es precisamente el lugar más turístico de las regiones que uno puede visitar durante un viaje por Canadá. Sin embargo, si los turistas supiesen todo lo que se puede descubrir en la zona, puedo apostar a que las tornas cambiarían.
Manitoba es, en primer lugar, un modo de vida que está íntimamente ligado a la cultura y a la tierra. Viajando por esta provincia, uno puede quedarse maravillado con los paisajes llanos que se extienden hasta donde no alcanza la vista y, además, es un gran lugar para descansar y aprender a tener paciencia. Recorrer Manitoba en coche o autobús puede suponer una gran ocasión para meditar y apreciar la tranquilidad. También puede suponer una buena ocasión para empaparse de la cultura autóctona local, la de los Ojibwas y los Assiniboines, y para comprender como era la vida en Canadá antes de la llegada de los colonos blancos...
Será imposible que no pases por Winnipeg, la capital de la provincia. Aunque la ciudad no es de las más bonitas, esta cuenta con algunos centros de interés que son innegables, como los festivales, los museos y sus bonitos parques. Al igual que Manitoba, Winnipeg es una ciudad que no se conoce bien a primera vista, sino que debe descubrirse con tiempo para poder explorar y sentirse... como en casa.
Aunque el objetivo de un viaje por Canadá es ir a los lugares más inesperados, no puedes dejar pasar la ocasión de visitar Churchill. A esta ciudad, que está alejada del mundo, solo se puede acceder en tren (y un largo camino). Esta está frecuentada por todos los turistas amantes de los plantígrados: allí pueden verse osos blancos, que llegan incluso a las calles.
Debido a su posición, tan al norte, el clima es bastante rudo, pero también ofrece muchas posibilidades para realizar actividades deportivas como el senderismo, paseos en ski-doo, la pesca sobre hielo... Es importante que sepas que, al contrario de lo que ocurre en el resto de las Praderas, este viaje deberías reservarlo con tiempo, ya que hay pocos lugares en los que alojarse (y el precio es exorbitante).
Manitoba es el país de las praderas: una provincia que debes descubrir con calma.