
Este territorio de Shanghái, situado en la ribera izquierda del río Huangpú, perteneció a Francia desde 1849 hasta 1946. Por aquel entonces era solo un manglar, sin jardines ni arrozales. Es lo único que los chinos aceptaron ofrecerle a su primer cónsul, Charles de Montigny, que fue allí a negociar la creación de una concesión en la que se ejercería el derecho francés y donde los franceses pudieran adquirir bienes inmuebles.
En primer lugar, la Concesión Francesa me interesa por su historia. Este lugar inhóspito experimentó un desarrollo espectacular. En esta superficie pantanosa, el hombre ganó terreno, rellenó los arroyos, y fue embelleciendo el lugar con el paso de los años. Este terreno inhóspito pasó a convertirse en un sitio de moda donde las tiendas de lujo, de delicatessen y los salones de té se reparten el espacio, atrayendo a una clientela selecta.
En la actualidad, yendo desde el hexágono, a veces te encuentras con imágenes familiares. Por ejemplo, los plataneros traídos por los franceses o algunos muebles art déco. En una de las plazas de la antigua Concesión, me encanta comer macarons e incluso sumergirme un ambiente típico de los bistrots parisinos. Este rincón de Shanghái sigue siendo un lugar ideal para probar un buen plato típico francés, tomarte una copita de Burdeos o comprar un perfume. En su laberinto de callejuelas, te encontrarás con hileras de árboles y bicicletas, como si estuvieras en la Provenza. Si echas de menos Europa durante tu circuito por China, ¡ve a pasar algunas horas allí!
La Concesión Francesa experimentó su apogeo después de la Gran Guerra. Su crecimiento demográfico no paraba. En 1934, ya tenía más habitantes que la ciudad de Lyon.
Allí, la ciudad se organiza en torno a las iglesias, las escuelas, los hospitales e incluso los burdeles (eso también forma parte de la imagen francesa). Podrás notar hasta qué punto Francia era importante en la China de la época. La Concesión atraía a miles de chinos, sobre todo cuando empezaron a aparecer los primeros coches.
Sin embargo, desde 1941, la ocupación por las tropas japonesas cambia las cosas. Los habitantes de Shanghái van allí en masa para protegerse. Después, llegó un tiempo de cambios, en el que comienzan a firmarse los acuerdos de restitución de los territorios, Francia desocupa la ciudad en 1946, pero su espíritu permanece en el barrio de la Concesión Francesa...