
Seguramente te habrás fijado en la hermosa estación de tren de Pointe-Noire, que parece ser la gemela de la Deauville, en Francia... Y la de Brazzaville que se ubica en el centro de la ciudad, al sur de la basílica de Santa Ana. Si no tienes coche, ¿por qué no conectas estos dos lugares en tren, en lugar de tomar un autobús o un taxi?
Los equipos - raíles y vagones - del CFCO (el ferrocarril Congo-Océano) están relucientemente nuevos. Su pusieron de nuevo en servicio en 2012, tras haber sido totalmente saqueados durante los conflictos políticos de los años 1990, en especial virulentos en la zona de la región de Pool que atraviesa las vías férreas antes de acceder a la capital.
Y desde 2012 han encontrado un éxito tan grande que en ocasiones es difícil conseguir un billete, sobre todo durante la época de las vacaciones escolares. A los congoleses les gusta este medio de transporte, cómodo, puntual, y relativamente económico (calcula unos 17.000 FCFA para un trayecto en segunda clase). Hay 3 trenes difierentes, pero te aconsejo la Gazelle, no sólo por su bonito nombre, sino porque es el más directo y cómodo de todos.
Nos encontramos lejos de la época de la construcción de estas vías férreas… Afortunadamente. Porque esta vertió mucha sangre: entre 1921 y 1934, años del comienzo y finalización de su construcción, unos 14.000 trabajadores murieron en el lugar a causa de los trabajos a mano en condiciones inhumanas, en especial para abrir paso por la montaña de Mayombe, cortando troncos enormes, allanando laderas escarpadas, levantando pesados raíles, bajo la mirada impaciente (y los golpes) de los jefes de obra...
A medida que las fuerzas iban siendo diezmadas por el trabajo, se recultaban nuevos brazos, que fueron llevándoselo todo en la región, después en el norte del Congo, Oubangui (el actual Centroáfrica), Camerún, Chad... Este último fue utilizado especialmente como una reserva de mano de obra, si bien una de las estaciones de la línea de CFCO lleva el nombre de una de sus étnias, los Saras. Los "reclutas" no tenían otra opción que someterse a los trabajos forzados... que condujeron a la inaguración de la línea en 1934. Tendrás un recuerdo para ellos al cruzar Mayombe...
Eso es todo, ¿te has sentado ya en uno de los bonitos vagones del interior del rey azul del Gazelle? ¡Vámonos! No hay más que decir, los vagones son bonitos y cómodos, los viajeros sonrientes, a pesar de que sus cargas a veces ocupan demasiado espacio... La verdad es que es fácil quedarse dormido cuando estamos sentados bien. Pero sería una lástima no aprovechar el trayecto para continuar descubriendo el país, sobre todo porque las regiones por las que se pasa ofrecen paisajes variados, y a veces impresionantes.
Después de las afueras de Pointe-Noire, atravesamos las llanuras del litoral, después comenzamos a ascender por las laderas del Mayombe. El tren sigue el relieve de las colinas, se mete por túneles oscuros, se mueve por los viaductos desde donde se tienen unas vistas fantásticas: laderas boscosas sin fin... Después llegamos a Dolisie, la tercera ciudad del país en cuanto a población: unos pasajeros bajan, otros suben... El tren sigue su interminable viaje atravesando la retahíla de ciudades de Bouenza y Pool que nos separan de Brazzaville. Las plantaciones de caña de azúcar que salpican la llanura la siguen las verdes colinas... Paciencia: la Gazelle llegará a su destino tras 14 horas de viaje.