Porto-Vecchio, dicen algunos, es a Córcega lo que es Saint-Tropez a la Costa Azul. Es cierto que la ciudad y sus alrededores drenan una buena parte del flujo turístico de la isla, y no es sin motivo. La ciudad es una de las más agradables y su litoral alberga algunas de las playas más hermosas que podrás ver durante tu viaje por Córcega.
Ubicada sobre un pequeño promontorio rocoso, la ciudad está dominada por el macizo de Ospedale, y destaca sobre una gran bahía que muestra un entorno impresionante. Me gustó especialmente deambular a lo largo del paseo marítimo y los cafés, manteniendo un pie en la ciudad y disfrutando de las vistas del mar.
A continuación me dirigí hacia el casco antiguo y la ciudadela genovesa, con ambiente más austero pero sin duda mucho más auténtico. La Puerta Genovesa o el Bastión de Francia dan una buena idea de lo que fue la ciudad en otro tiempo.
Porto Vecchio es un lugar increíble. Porto Vecchio es un pequeño pueblo encantador en el que encontrarás algunas de las playas más bonitas de Córcega. La ciudad antigua es especialmente agradable. Resulta placentero pasear entre las casas de esta estampa tan típica. El puerto deportivo, situado bajo las murallas de la ciudad, es una zona especialmente animada en la que encontrarás numerosas cafeterías y restaurantes.
Además, la localización geográfica de Porto Vecchio hace del pueblo un lugar desde el que salir a visitar multitud de destinos corsos, todos espléndidos. Desde la ciudad puedes acceder a lugares como la presa del embalse de Ospédale o a las famosas agujas de Bavella. ¡Te recomiendo estos lugares!
Sin embargo, estos atractivos tan agradables tienen una contrapartida: muchos turistas. Porto Vecchio es una de las ciudades más visitadas de "la isla de la belleza".
Para llegar al golfo de Porto-Vecchio, atravesé los bosques de los robles de corcho. Es el bosque más grande de Córcega, pero lo que lo hace más impresionante es ver los troncos de los robles. Mientras caminaba, recogí pequeños trozos de corcho que se habían desprendido al ser cortados. Me encantó descubrir este árbol.
En el golfo hay muchos restos de torres. Las playas de arena fina permiten disfrutar de los placeres de la playa y recoger conchas grandes. Se pueden observar numerosos barcos porque el puerto es demasiado pequeño para dar cabida a todos.
Al final del golfo se llega a Porto-Vecchio. La ciudad se ubica en lo alto en relación al puerto. Pero cerca del puerto hay terrazas con cafés agradables en los que tomar una copa o comer durante un recorrido por Córcega. Detrás hay antiguas salinas.