Conca mezcla la tradición corsa con la pasión por la aventura. ¡Experiencia única asegurada!
La piedra, componente principal de las casas de Conca, impone un estilo arquitectónico que es muy característico de los pueblos de la isla. Conca es un remanso de paz, así que no esperes mucha fiesta ni grandes multitudes. Aquí el tiempo se detiene y las ancianas del pueblo todavía ponen sillas en las puertas de sus casas y se sientan ahí hasta que cae la noche.
Este pueblo me gustó especialmente ya que se encuentra apartado del alboroto de la playa y cuenta con unas vistas espléndidas del mar a lo lejos. Hay pocos comercios y pocos habitantes, lo que convierte a Conca en un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y los excursionistas.
Cuidado porque el acceso por carretera es bastante sinuoso.