
La ciudad y la playa de Sámara te sorprenderán por su belleza y su ambiente de convivencia. Como muchos otros visitantes, seguramente te apetezca mucho alargar tu estancia en este apacible lugar.
La pequeña ciudad de Sámara es conocida en toda la península por ser una de las más tranquilas. Si buscas un destino romántico o adecuado para ir con niños, este es tu lugar ideal. Aunque no hay costarricenses en esta pequeña ciudad (ha conquistado a muchos viajeros que han acabado por instalarse allí), conserva un aspecto muy acogedor y tranquilo. Los expatriados a veces se han reconvertido en simpáticos dueños de restaurantes, gerentes de albergues juveniles o talentosos artesanos y estarán encantados de charlar contigo. Paséate por las callecitas de la ciudad y tómate tu tiempo para conocer a sus habitantes, descubrir los mercados y comer pescado fresco. Así, Sámara será una etapa muy agradable de tu itinerario por Costa Rica.
Después de haber tomado bien el sol en su fantástica playa, podrás dedicarte a las numerosas actividades que ofrece la ciudad. Si eres un amante del océano en busca de fondos marinos, la barrera de coral te fascinará y te ofrecerá unos impresionantes paisajes de vida submarina. Te bastará con una máscara y un tubo de buceo para salir a la aventura, pero si quieres profundizar más, también hay un club de submarinismo. Si lo que quieres es cargar pilas en un entorno ideal, podrás dedicarte al yoga o relajarte en los spas. Por supuesto, si eres aficionado al senderismo y a la equitación, hay muchas rutas para ti, que te llevarán a través de un paisaje natural exuberante y unas playas paradisiacas. También hay actividades de emociones fuertes como ciclismo de montaña o arborismo, y actividades de pesca dentro del mismo marco. Y, por supuesto, si el español no es tu lengua materna, podrás apuntarte a un instituto para mejorarlo. Como verás, aunque Sámara es una ciudad pequeña, ¡no te aburrirás allí!
La magnífica playa de Sámara te conquistará. La arena blanca con sus largas hileras de cocoteros, el agua límpida de color azul y la barrera de coral, las bonitas calas recortadas en el océano.... Pero, cuidado: el sol pega fuerte y puede engañar. Lo más inteligente es ir temprano por la mañana o a última hora de la tarde para evitar sufrir una insolación o quemarte demasiado. Además, a esas horas del día seguramente no te encuentres con mucha gente y podrás apreciar aún más la tranquilidad del lugar. Esta playa es ideal si no te gustan demasiado las olas gigantes, ya que la barrera de coral las rompe y te permitirá bañarte con toda tranquilidad, o incluso iniciarte en el surf si eres principiante.
Te aconsejo quedarte varios días en Sámara durante tu viaje a Costa Rica para disfrutar plenamente de su calma y de su cálida acogida al suave ritmo de la «pura vida» costarricense.