Al sur de Croacia, Dubrovnik se yergue con orgullo frente al mar, su fuente de riqueza desde hace siglos. Es curiosa la impresión al caminar por sus murallas y ver la inmensidad del Mediterráneo enfrente. Estas murallas, que han protegido la ciudad de todos los asaltos enemigos, desprenden cierta sensación de invulnerabilidad,
En cuanto volví a las callejuelas del casco antiguo, de nuevo me vi inmersa en su historia al ver la cantidad de edificios que seguían existiendo, muy bien conservados, como testigos de un pasado glorioso.
Dubrovnik está lleno de palacios, iglesias y calles adoquinadas, una delicia para los aficionados a las piedras antiguas.
Sin embargo, hay un pequeño inconveniente que desluce estos tesoros: la abundancia de turistas, sobre todo por el éxito de los cruceros en barco. Intenta evitar Stradun, la calle principal. Aunque tiene mucho encanto, es mejor que vayas por alguna callecita menos frecuentada y esperar a que haya más tranquilidad a la sombra de un antiguo palacio.
Situada en la costa dálmata del país, laciudad fortificada de Dubrovnik es de visita obligada. Auténtica maravilla que mezcla el patrimonio histórico y cultural de Croacia, es un lugar visitado por miles de personas cada día, y enseguida descubrirás por qué. Sus calles adoquinadas, sus monumentos históricos y su ambiente, como detenido en el tiempo, dan ganas de pararse al sol en una de las muchas terracitas y restaurantes de la ciudad.
Durante mi viaje a Croacia, tuve la suerte de ver la ciudad en un día "tranquilo". Porque precisamente ese es el problema de Dubrovnik: como es magnífica, es de visita obligada y, por tanto, está llena de turistas. Algunos días los barcos de los cruceros se paran allí durante el día, así que verás a una muchedumbre de turistas deambulando por esta pequeña ciudad. Es una lástima, pero es lógico. De todas formas, la ciudad es tan impresionante que no importa que las calles a veces estén abarrotadas.
Dubrovnic, ¡la magnífica, la impresionante, la grandiosa! Muchos son los adjetivos con los que se podría describir esta increíble ciudad, situada frente al mar Adriático.
Recuerdo dar paseos al atardecer por sus murallas y maravillarme con las luces de la ciudad, con detalles sorprendentes en sus espléndidas fachadas y monumentos.
No dudes en visitar los alrededores de la ciudad, para contemplar mejor las vistas sobrecogedoras de Dubrovnic desde la costa sudeste. Allí descubrirás calas magníficas con aguas de color turquesa, perfectas para hacer picnic o bañarse en verano.