
Cualquiera que desee seguir la ruta del Che durante su viaje por Cuba tendrá que pasar forzosamente por Santa Clara. Conviene decir también que si la ciudad no vive más de su pasado, se ha convertido en una de las más dinámicas del país en el aspecto económico.
Aquellos turistas que viajan a Cuba con el objetivo de seguir los pasos del mundialmente conocido Che Guevara, y que quieren descubrir los lugares históricos de la revolución cubana saben bien que es indispensable pasar por la ciudad de Santa Clara.
Fue aquí donde tuvo lugar el giro de la revolución durante el mes de diciembre de 1958. Mientras que los hermanos Castro guerreaban por Santiago de Cuba y Guantánamo, y que Cienfuegos combatía en Yaguajay, Ernesto Che Guevara luchaba en Santa Clara. En este sitio logró una hazaña colosal, desviando un tren cargado de municiones. El golpe fue terrible para el ejército nacional, abriendo totalmente el camino a los revolucionarios. Apenas unos días después, el 2 de enero de 1959 para ser precisos, el Che Guevara tomó La Habana.
Hoy día, al llegar a Santa Clara, todavía es posible ver este lugar emblemático de la revolución, con el famoso tren, los raíles retorcidos y el bulldozer. En la plaza de la Revolución podrás ver el memorial al Che Guevara con su célebre divisa: «Hasta la victoria siempre». Se exige un gran silencio y recogimiento en el mausoleo de los Mártires de la Revolución. Aquí reposa el Che, cuyos restos se repatriaron a Bolivia tras su muerte.
A pesar de su historia, Santa Clara ha sabido no basarse únicamente en este patrimonio. En la actualidad, se trata de una ciudad estudiantil, moderna y dinámica.
Durante todo el año acoge numerosos festivales: si los actos revolucionarios del Che no te interesan demasiado, puedes también visitar el parque Vidal, la fábrica de cigarros Constantino Pérez Carrodegua, el Teatro La Caridad, la Casa de la Ciudad o el Museo de Artes decorativas.