Copenhague sigue siendo un recuerdo intenso para mí, ya que pasé unos meses allí mientras estudiaba. Ya la llegada en avión te impresionará, ya que sobrevolarás el puente-túnel de Öresund antes de aterrizar.
Una visita de pocos días te dará una buena visión general de la ciudad, pero es aconsejable quedarse al menos 4 días para poder visitar, por ejemplo, el famoso puerto de Nyhavn, el parque de atracciones Tivoli, el centro de la ciudad con su zona calle peatonal Strøget, la iglesia de Nuestro Salvador con su techo de oro, el distrito Christianhavn con sus canales, y el distrito libre Christiana. Y, por supuesto, la famosa sirenita. Si, además, le añades a la visita el Museo Nacional o el Museo de Bellas Artes de Dinamarca, tendrás el complemento cultural.
Y, por supuesto, para rematar tu viaje de relax, Copenhague se puede recorrer fácilmente en bicicleta.