El volcán Cotopaxi es el segundo volcán más alto de Ecuador. Se alza hasta los 5.897 m de altitud. Es el volcán más activo del país. Un cono perfecto, nevado todo el año y rodeado de un parque natural. El parque consta de páramos, lagunas y senderos por los que caminar, especialmente en verano.
Si tienes tiempo, empieza por visitar el museo de la fauna del parque. Para ver las especies salvajes en vivo hace falta buena suerte y paciencia. Yo me crucé con patos salvajes y gaviotas andinas. Sigue tu trayecto hasta el lago Iimpiopungo, cubierto casi siempre por la niebla.
Para todo ascenso en montaña (bien hacia el refugio o hacia la cima), tienes que ir bien equipado. Una buena condición fisica es deseable. El ascenso al refugio, en sí, no es difícil. Yo lo conseguí con la ayuda de un pequeño entreno semanal a base de caminatas a paso ligero, pero in situ, la altitud y el frío pueden jugarte una mala pasada. De todas formas, se trata de una experiencia única e inolvidable durante tu estancia en Ecuador.
Por mi parte, yo solo lo observé desde abajo, debido a un esguince reciente de tobillo. Pero, en ningún momento me arrepentí de esta excursión "tranquila" al lado de este gran señor, de este gigante...
Salimos por la mañana, con el picnic en la mochila en Range Rover, bien abrigados, con cortavientos, un gorro y con una bufanda (hay que tener en cuenta que vamos a subir unos 4000 m) Trayecto lunar, carretera con piedras, día ventoso, casi frío y vistas espléndidas y permanentes sobre la cumbre nevada del Cotopaxi. Ni un resto de nubes, la suerte nos sonreía. Y francamente, no es porque no lo haya subido, ¡pero se disfruta mucho más de las vistas cuando estás a distancia que cuando estás arriba...!
Tuve la oportunidad de conocer a un ecuatoriano que vive entre Quito y Latacunga, es decir junto al parque nacional Cotopaxi. Como no tuve la ocasión de ir con una agencia, ya que me alojaba en Latacunga, Sebastián (mi anfitrión) me propuso ir y completar la ascensión hasta el primer refugio. ¡No es cualquier cosa ya que está ubicado a 4800 metros de altitud!
Estuvimos toda la mañana y tuvimos mucha suerte, ¡el tiempo acompañó! Y es que si el día está gris y nublado, es obvio que hace falta mucha imaginación para visualizar el Cotopaxi… De modo que nos montamos en su coche y tras una hora de camino llegamos al aparcamiento. No fuimos por la carretera “clásica” que suele ser la opción de las agencias, la carretera que tomamos era muy bonita y a lo largo del recorrido ofrecía unas vistas preciosas del volcán al que poco a poco nos íbamos acercando.
El parking está ya a 4600 m de altitud, no hace falta decir que hace mucho frío y que un anorak, unos guantes y un gorro son más que necesarios. Son unos 200 m de distancia hasta el primer refugio, no parece estar demasiado lejos pero se tarda 40 minutos en completar el ascenso ya que hay que incluir varias paradas. Detenerse de vez en cuando es imprescindible, ya que la falta de oxígeno que provoca la altitud te hace sentir agotado. Desde el refugio se puede disfrutar de unas vistas increíbles del parque natural. Continuamos algo más hasta ver las primeras zonas nevadas y volvimos tranquilamente en coche, que es la manera más sencilla de descender. ¡Misión cumplida en el “Coto”!