Cuando escuchamos “viaje a las Islas Baleares” y “Palma de Mallorca”, tendemos a pensar sobre todo en palmeras y playa. ¡Pero créeme si te digo que las mejores playas mallorquinas no están en Palma! Sin embargo, las playas que rodean la ciudad son perfectas para darse un relajante baño tras una intensa jornada de turismo.
Una de las mejores cosas que tiene Palma de Mallorca es que casi todo se puede visitar a pie o en transporte público. Que quede entre tú y yo, no tiene sentido contratar un autobús turístico.
Sus callejones ocultan numerosas sorpresas, como varias pequeñas iglesias cuyas fachadas no llaman demasiado la atención, pero que cuentan con unos interiores alucinantes. Un lugar que no puedes perderte es el extraordinario mirador del que podrás disfrutar desde el castillo de Bellver, ubicado en la cima de una colina. Sin embargo, debes prestar mucha atención a los horarios de apertura: ¡infórmate bien antes de comenzar el ascenso o correrás el riesgo de encontrarte con que el castillo está cerrado!
Palma de Mallorca es una ciudad agradable. Famosa por sus animadas noches, también esconde bellas sorpresas fuera de las hormigonadas zonas turísticas. Efectivamente, modernidad y patrimonio ancestral se mezclarán durante tu visita a esta capital de las islas Baleares.
Me gustó especialmente la catedral, así como el palacio de la Almudaina que está justo al lado. La iluminación nocturna da a los edificios un aspecto todavía más espectacular.
Par tu información, nuchos autobuses permiten desplazarse hasta las otras ciudades de la isla. No obstante, sitúa bien la estación de autobuses antes de la hora de salida del autobús o podrías perderlo... ¡Desafortunadamente yo lo probé por ti! Una pista importante: no esperes ver de un vistazo una serie de autobuses alineados, ¡la estación es subterránea!
Es una pena que el turismo haya marcado tanto la economía de esta ciudad. Al menos eso es lo que pensaba cuando me encontraba ante cualquiera de los numerosos edificios que se han construido para albergar turistas.
Sin embargo, Palma de Mallorca ha sabido conservar su autenticidad a pesar de los hoteles que dominan la ciudad. Para darte cuenta de ello tendrás que adentrarte en los callejones del casco antiguo de la ciudad, una aventura que verás enseguida recompensada puesto que se trata de un lugar realmente agradable.
También debes ver su catedral gótica y monumental, que se alza frente al mar de forma espectacular. Si te gusta la pintura, debes aprovechar tu paso por Palma para visitar el museo de la Fundación Juan March, que alberga obras de Picasso, Miró y Dalí.
Si tuviese que volver pasaría todo mi tiempo en la parte antigua con su dédalo de calles y su ambiente catalán, todo dando una vuelta por la catedral Palma de Mallorca y el palacio de la Almudaina que son monumentos muy bellos que dan a la cala.
Después dos opciones:
La capital de Baleares, Palma de Mallorca es una ciudad particularmente sorprendente y llena de contrastes. En un primer momento, odié la inmensa parte moderna y de hormigón que bordea la bahía de Palma a lo largo de más de 30 kilómetros, en una serie de complejos hoteleros y discotecas con varios pisos.
Sin embargo, una vez superada esta horrorosa visión, llegué a la parte antigua de Palma de Mallorca, particularmente encantadora con su laberinto de callejuelas pavimentadas y su increíble catedral que domina el mar.
Me enamoró el encanto de los antiguos Baños Árabes. Este antiguo vestigio, símbolo de la dominación musulmana en la isla se esconde en un magnífico jardín lleno de cactus gigantes. Una visita que no te puedes perder bajo ningún concepto durante unviaje a Baleares.