A lo largo de mi viaje por Baleares, me pareció imprescindible dar un rodeo y visitar la isla de Formentera.
Tomé el primer ferry del día para conectar con la l'île de Formentera por la mañana temprano. Desde el puente del barco podía ver el contorno de la isla, que me auguraba un maravilloso día de descubrimientos. Nada más desembarcar, pasé por una pequeña tienda del puerto de la Savina y alquilé una moto. Te recomiendo esta opción si quieres disfrutar al máximo del lugar.
Tomé la dirección del islote de Espalmador, subiendo hacia el norte. En este lugar, Formentera toma la forma de una fina lengua de arena que avanza en punta hacia el islote. Maravilloso. Ten precaución si tu intención es llegar nadando a Espalmador; las aguas se encuentran generalmente infestadas de medusas
Continué mi camino hacia Es Pujols poniendo rumbo sudeste y llegué hasta Pilar de Mola y su faro solitario, el cual domina el Mediterráneo desde lo alto de impresionantes acantilados. Por todos lados encontrarás playas de ensueño; no importa en qué punto del camino te detengas. ¡Un recuerdo muy bonito!
Formentera hoy en día representa lo que era Ibiza hace 20 años. Una bella isla todavía salvaje, cada vez más invadida por los turistas, al principio jóvenes hippies con el cabello largo, después por autobuses fletados en verano para "semanas de vacaciones con todo incluido"...
Me acuerdo de Formentera en el 2000, pequeño paraíso todavía escondido, donde la gente se bañaba desde una en las playas, y donde las familias hippies vivían en cuevas.
Hoy en día, la isla de Formentera sigue siendo agradable pero mucho más turística. Siempre recomiendo pasar algunos días en Formentera durante una estancia en Baleares. Lo ideal es ir fuera de temporada, en primavera o en otoño para poder disfrutar de la relativa tranquilidad de la isla.