
La ciudad de Chicago ofrece muchísimos motivos para ir en cualquier época del año. Aunque sus inviernos son bastante fríos, sus habitantes siempre nos brindarán una cálida acogida. Como hay tanto que ver, ten prevista una semana o más para conocer a fondo la ciudad del viento.
Chicago tiene numerosos museos. Podemos visitar los principales con una tarifa reducida si contratamos un "citypass"; es un carnet que nos da entrada a cinco atracciones turísticas. Para los amantes de la ciencia, es imprescindible una visita al Museo de las Ciencias y la Industria. Ahí podremos ver un tren, minas artificiales, un submarino de la Segunda Guerra Mundial, un verdadero transbordador espacial y podremos controlar un mini tornado!
No muy lejos está el museo Field de historia natural, también muy interesante, pero menos interactivo. Con tu cityPass puedes visitar si quieres el acuario, uno de los más impresionantes de los Estados Unidos, o el planetario. También es posible visitar el Art Institute, que cuenta con una colección comparable a las del Met o el MoMa de Nueva York.
El pase también te permite entrar en un rascacielos, la torre John Hancock o Willis (antigua torre Sears) Esta última es más popular gracias a su "skydeck": unas cajas de vidrio instaladas en la parte superior de la torre, en el exterior, para observar el paisaje "desde el aire". Con el buen tiempo, la vista alcanza hasta Wisconsin, el Michigan y la vecina Indiana. La torre Hancock está menos invadida de turistas y se puede disfrutar de la vista en los balcones exteriores.
Una visita cultural a Chicago no es completa sin un paseo por la Magnificent Mile a lo largo de la avenida Michigan. La variada arquitectura de sus edificios va desde el estilo medieval al más moderno.
Para amantes de la "party", Chicago está llena de bares y clubes musicales en los barrios de Logan Square, Wicker Park y en el centro de la ciudad (el "loop"): ahí están el House of Blues, un legendario club de música, o el club B.L.U.E.S. cerca de Lincoln Park.
Chicago es célebre por su pasado "mafioso". Es la ciudad de Al Capone: a los aficionados a la historia les gustará recorrer las escenas de sus crímenes. En la gastronomía, hay que probar sí o sí platos tradicionales y populares como los hot-dogs (cuidado con mancharse de ketchup) o la pizza "deep dish", preparada en un molde hueco: deliciosa.
Para aquellos que prefieren disfrutar al aire libre, Chicago tiene más de una posibilidad. El Millenium Park, en el corazón de la ciudad y al borde del lago es una gran opción, y el Parque Lincoln, al norte de la playa, tiene uno de los pocos zoológicos gratuitos de los Estados Unidos.
Para disfrutar del lago, podemos ir al Navy Pier, uno de los lugares más turísticos por sus jardines cubiertos, su museo para niños, su enorme noria y otras atracciones. Ahí podemos también dar un paseo en una lancha de gran velocidad. Si somos más originales, podemos alquilar bicicletas acuáticas para navegar por el río y así descubrir la ciudad de forma diferente