Admirar paisajes variados: montañas, desiertos, llanuras, ríos, etc.
En Etiopía hay de todo. En las regiones desérticas y cálidas como la de los somalíes o
el desierto de Danakil. Regiones montañosas y frescas como Lalibela o las montañas de Simen. Regiones llanas y verdes como los valles del Tekezé o del Nilo Azul. Pero Etiopía, también son volcanes (el país cuenta con 67), lagos (hay una veintena), parques naturales nacionales (hoy en día hay 9 que albergan numerosas especies animales y vegetales). Estas regiones, estos climas, esta geografía, esta fauna y esta flora extremadamente variadas, permiten, visitando único país,
descubrir los paisajes sublimes y cambiantes de un continente.Superar nuestros clichés sobre África
Todos nos imaginamos África, algunos estereotipos, cosas que estamos seguros que veremos cuando vayamos a ese continente. Esperamos encontrar gente acogedora y sonriente, vestida con prendas coloridas, que festeja, baila y canta. Esperamos comer platos de arroz, pescado y mandioca. Pues bien,
olvida todo eso, pues Etiopía es diferente. Las prendas tradicionales son blancas para hombres y mujeres, pues están ligadas a la religión dominante: el cristianismo ortodoxo. Las personas son acogedoras, pero en un primer momento son frías y reservadas. Y se come un puré espeso de lentejas sobre un gran pan plano fermentado,
la Injera.Probar nuevos sabores
La cocina etíope es una delicia. Diversa y sorprendente, especiada pero no demasiado. El plato básico está formado por un gran pan plano fermentado llamado
Injera, sobre el que se coloca un puré espeso de lentejas, carne, pescado, verduras... Todos comen en el mismo plato y con los dedos. Para el postre, muchas frutas dulces y maduras: plátanos, mangos, aguacates, piñas, limones... Muchas veces en forma de zumo. Para acabar la comida, nada mejor que el famoso café etíope y la ceremonia que lo acompaña.
Descubrir una lengua, una cultura y una historia únicas
Etiopía cuenta con un gran número de lenguas (alrededor de una centena) como el tigriña, el asaann oromo, el somalí y el amhárico (
አማርኛ), la lengua oficial. Se trata de una lengua semítica que se escribe con un alfabeto no latino, el alfasilabario amhárico, y que es difícil de pronunciar para las gargantas occidentales pues utiliza sonidos llamados "explosivos" que no existen en las lenguas latinas. Cada región está poblada de etnías con costumbres, religiones y modos de vida diferentes. Etiopía es uno de los pocos países de África que no ha sido colonizado y en cuya historia podemos remontarnos, si creemos la historia, a la Reina de Saba.
Salir de su zona de confort
Etiopía es un país en vías de desarrollo, en el que el 30% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Es un país todavía poco turístico y mayoritariamente rural. Incluso si la capital cuenta con infraestructuras y equipaciones de gama alta, esto no es evidente para el conjunto del territorio. Descubrir este gran país es también descubrirse a uno mismo. Es estar dispuesto a sobrepasar sus limites, a vivir en condiciones a veces rudimentarias, a encontrar gente muy necesitada y a afrontar lo desconocido.
En definitiva, ¡ir al a aventura!Redescubrir la historia de la humanidad
Etiopía no cuenta con menos de
9 lugares declarados patrimonio mundial de la UNESCO: Axum, el bajo valle del Awash, el bajo valle del Omo, las iglesias de Lalibela, Fasil ghebi (en Gondar), la ciudad fortificada de Harar, el paisaje cultural del país Konso, Tiya y el Parque nacional Simen. A los que hay que añadir otros 5 sitios importantes: el yacimiento arqueológico de Melka Kunture y Bachilt, el sitio patrimonio cultural de Dirre Sheik Hussein, el parque nacional del monte Balé, el paisaje natural y cultural gedeo y el patrimonio cultural Holqa Sof Omar. Viajar a Etiopía es redescubrir la historia de la humanidad.