Fuera de temporada, Mátala es una comunidad pequeña y tranquila, con poca población. Sin embargo, en verano, cambia la historia: ¡Mátala atrae a turistas del mundo entero! Desde los años 60, es incluso el lugar de veraneo preferido de los hippies.
El éxito de Mátala se debe a la belleza natural de sus alrededores. Reina la armonía: una preciosa bahía con acantilados ocres y rosas y unas playas preciosas que dominan unas largas y profundas cavernas. La belleza salvaje del lugar me fascinó: ¡una auténtica oda a la contemplación! Si lo que te gusta es bañarte, te encantarán las playas de Mátala que se suceden en la costa: Kokkini Ammos, conocida como la «playa roja» por el color de sus acantilados, una playa llena de encanto y sin nada de asfalto; la playa de Kommos, una larga banda de arena; y Kalimari, una simpática estación balnearia.
En las playas de Mátala muchas cuevas fascinantes: fueron excavadas por los romanos en el acantilado norte y, en su época, hacían las veces de necrópolis. Visitarlas es típico, en parte por Cat Stevens y Bob Dylan, que se montaron allí su campamento particular.