Yo ya había visitado Angkor Wat en Camboya y Bagan en Birmania, y me imaginaba que Borobudur era solo un templo budista más, pero me equivoqué.
Si viajas a Indonesia, Borobudur es de obligada visita, según creo. Fui desde Yogyakarta, donde había pasado algunos días. Fui muy pronto para aprovechar la luz de la mañana,y poder admirar los palmerales y los verdes campos de arroz que rodean el templo, así como los volcanes en el horizonte.
El templo, que tiene más de 1200 años, se ha conservado de forma admirable a lo largo de los siglos, y también está muy bien restaurado. Podrás deambular por las terrazas circulares concéntricas y sus 72 stûpas y admirar las galerías ornamentadas con bajorrelieves. Los aficionados a la fotografía están de suerte.
Nunca olvidaré el mágico amanecer de Borobudur, con un telón de fondo formado por el majestuoso volcán Merapi y, en el valle de enfrente, una selva con la bruma matinal y el templo de Borobudur en medio. Solo por ese momento, te aconsejo que vayas a Borobudur durante tus vacaciones en Indonesia.
El templo de Borobudur es enorme, erguido en mitad de esta planicie rodeada de montañas y volcanes.Aunque fui temprano, ya empezaban a llegar los primeros autobuses de turistas.Por suerte, como van con prisa, nos quedamos tranquilos al cabo de una hora, hasta que aparecieron los estudiantes indonesios y empezaron a sacarnos fotos como excusa para acercarse y hablar un poco de inglés.
Fue una pena, pero la parte superior del templo seguía en obras de renovación y no se podía acceder.Después del templo, tocó descubrir los pueblos de los alrededores . Sobre todo hay un pueblo de alfareros que al final creo que es lo que más me gustó de Borobudur. El templo es bonito, pero el campo y sus habitantes lo superaron.Las sonrisas intercambiadas en el mercado y la acogida en nuestra guesthouse son recuerdos memorables.
Borobudur es uno de esos templos que ya has visto muchas veces, incluso antes de tu viaje a Indonesia. El templo tiene un estilo muy reconocible y una vez allí podrás hacer bonitas fotos.
Llegué al templo tras una larga noche por carretera (desde Bandung), así que debo admitir que no estaba muy fresco cuando lo visité. Sin embargo, tuve la suerte de llegar a las 8.00 o las 9.00 de la mañana. El sol ya estaba bien presente, y también los vendedores de objetos turísticos, pero aún no había llegado demasiada gente. Aun así, te aseguro que pasada una hora, ya no era posible sacar fotos sin gente. Si, como yo, quieres conseguir fotos sin presencia humana, otra solución que requiere algo más de tiempo es un trípode y un tiempo de exposición largo. O si no, ¡la ayuda de Photoshop!
Una de las cosas que más me llamó la atención de Borobudur es la vegetación que rodea el templo hasta donde alcanza la vista: desde lo alto, podríamos incluso tener la impresión de estar perdidos en mitad de la jungla de Indonesia. ¡Es impresionante!