Tabriz, una etapa de la Ruta de la Seda, visitada por Marco Polo en 1275, es actualmente una ciudad industrial que ha sabido conservar muchos vestigios de su glorioso pasado. La Mezquita Azul, en el centro de la ciudad, data del siglo XV, no muy lejos de Arg, una fortaleza aún más antigua. Aconsejo visitar la Casa de la Constitución, que hace un recorrido por la historia de la Revolución constitucional de 1905, un momento clave en la modernización del país.
El bazar de Tabriz ha sido clave en su desarrollo a lo largo de los siglos. Los comerciantes genoveses venían en busca de suministros antes de que Marco Polo atravesara sus umbrales. Piérdete por las estrechas calles de esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad, y degusta el abgusht (el famoso ragú de esta región, que se sirve en una cazuela de barro) en uno de los restaurantes del bazar.
Si dispones de tiempo suficiente para explorar los alrededores de la ciudad, te aconsejo dirigirte a Kandovan, el pueblo de los trogloditas, que se encuentra a unos cincuenta kilómetros, o que hagas una excursión por las laderas del monte Sahand, el volcán inactivo de 3700 m de altitud que se puede apreciar en la distancia desde la ciudad (para aquellos que viajen en invierno: cuenta con una pequeña estación de esquí).