Yazd, oasis verde enmedio del desierto central iraní, es una ciudad que data de la época sasánida. La combinación de la historia islámica y preislámica con su templo de Zoroastro, aún activo, la ciudad tiene un ambiente tranquilo a las puertas del desierto.
Subir a la parte superior del monumento de Amir Chaqmaq al ponerse el sol me permitió observar el perfil de la ciudad y sus "badgir", antepasados del aire acondicionado. Caminando por las calles estrechas de la ciudad vieja, descubrí una pequeña plaza con una mezquita y una antigua casa restaurada como hotel, (Oasis) donde recomiendo ir a relajarse a su patio interior para una pausa con té y pastas.
A las afueras de la ciudad, visita los jardines de Dowlat Abad para un paréntesis de aire fresco bajo sus árboles, y no te pierdas las torres del silencio de Zoroastro.
Aconsejo utilizar Yazd como "base de operaciones" para hacer excursiones y partir a descubrir viejos caravansares restaurados y las rutas de peregrinación zoroástrica de Chak Chak, todo con el telón de fondo del increíble desierto.