La importancia de la religión en la división geográfica entre Irlanda e Irlanda del norte es, de hecho, un tema delicado y en permanente debate en el país. En la actualidad, Belfast y el resto de Irlanda del norte siguen siendo el escenario de conflictos entre católicos favorables a la independencia y protestantes que desean permanecer en el Reino Unido.
La independencia y el catolicismo
La religión es un aspecto fundamental de la historia de Irlanda. Uno de los principales argumentos de la independencia fue la diferencia religiosa entre una Irlanda predominantemente católica y la protestante Inglaterra. Desde la colonización de Irlanda, a principios del s. XII, hasta la independencia a principios del s. XX, las persecuciones contra los católicos en Irlanda han sido numerosas y violentas. La figura de Oliver Cromwell, reformador inglés ferozmente anti-católico, siempre ha sido odiada en Irlanda. En 1649, desembarcó en la isla para aplastar una rebelión separatista y su ejército diezmó a entre un tercio y la mitad de la población.
Está representado en un mural en Irlanda del Norte, junto con una cita: "El catolicismo es más que una religión, es una fuerza política. Por lo tanto, no habrá paz en Irlanda hasta que la iglesia católica sea aplastada ".
Algunas cifras
En 2011, el 84,2% de la población se identificó como católica, contra alrededor de un 4% de protestantes. La constitución de 1937 presta especial atención a la iglesia católica, pero reconoce otras religiones, aprueba la libertad de religión y prohíbe la injerencia de la religión y el estado. A pesar de la importancia de las iglesias, la sociedad irlandesa tiende a secularizarse. Las escuelas religiosas son escasas y cada vez más ciudadanos irlandeses se declaran ateos. A pesar de poseer una de las tasas de seguimiento de los servicios religiosos más fuerte de Europa, el número de cristianos que acuden con regularidad a misa disminuye constantemente.
Otras religiones
El lugar que ocupan otras religiones en Irlanda es muy minoritario, pero cada una está representado en un número significativo, para ser un país con una población de solo 4 millones y medio de personas. Se estima que el 4% de la población forma parte de uno de estos grupos religiosos: el islam, el hinduismo, el judaísmo, el budismo, el neo-paganismo, una especie de actualización del druidismo celta y el new age, que mezcla diferentes religiones. Se calcula que el 4% de la población es atea.
En Irlanda del norte el conflicto se eterniza
En 1921, durante la Guerra de Independencia, el Parlamento británico creó el estado de Irlanda del Norte o Ulster. En 1922, se une de nuevo a Irlanda, pero, de inmediato, sucede la secesión. El territorio todavía está inmerso en un conflicto entre la minoría católica, a favor de la unión con Irlanda, y la mayoría protestante, descendientes de colonos británicos que desean permanecer en el Reino Unido. El conflicto se inició en los años sesenta, con las primeras protestas de la comunidad católica, que pedían el fin de la discriminación estatal. En 1972, la respuesta militar a una manifestación pacífica en Derry acabó con 13 muertos y numerosos heridos, un suceso que fue llamado el "Domingo Sangriento". Las represalias del IRA, el Ejército Republicano Irlandés, fueron muy violentas y los ataques se multiplicaron. Uno de sus miembros, Bobby Sands, es la figura heroica del movimiento de independencia. Murió en 1981, como consecuencia de la huelga de hambre que había comenzado en la cárcel para obtener el estatuto de preso político, junto con otros miembros apresados del IRA. Con su lucha y martirio inspiró a muchos separatistas para apoyar la causa del IRA. Hoy en día, la paz es frágil en Irlanda, como lo demuestran las violentas protestas de 2013, cuando el Parlamento decidió poner la bandera británica a media asta en Belfast.
