
Volcanes, glaciares y cascadas. Islandia sorprende por sus paisajes de ensueño, pero sus cascadas atraen cada año miles de visitantes. A continuación, una pequeña lista indispensable.
Islandia es impresionante en su totalidad por muchas razones (que explicamos en nuestra guía de viajes), pero las cascadas y los saltos de agua se llevan gran parte del mérito. Las constantes precipitaciones en forma de lluvia o nieve son características del clima subpolar oceánico de la zona, y eso produce que los ríos tengan un gran caudal. A continuación, te nombramos algunas de las mejores cascadas de Islandia:
Skógafoss
Según una antigua leyenda vikinga, esta majestuosa cascada en el sur de la isla esconde un tesoro bajo su brillante salto de agua: 62 metros de altura por 25 de anchura. Es difícil recorrer cada recoveco para encontrarlo, pero se puede subir a un mirador para tener mejores vistas y decir que, como mínimo, se ha buscado el tesoro.
Dettifoss
Si la anterior cascada te parecía grande, agárrate: 44 metros de altura por 100 metros (!!!) de anchura. Lo más espectacular sin duda es la fuerza con la que cae el agua: un caudal de entre 200 y 500 metros cúbicos cada segundo, que puede apreciarse a más de 1km de distancia.
Hraunfoss
Una cascada que surge de la lava. Así como lo lees. De las paredes de lava porosa del lugar salen chorros de agua clara que acaban desembocando en el río Hvita. No hay palabras para describirlo.
Gullfoss
Para muchos, la cascada más impresionante de toda Islandia. Última etapa del famoso círculo dorado, Gulfoss ofrece a menudo regala un precioso arco iris. Hace un tiempo, una granjera local lucho contra un proyecto para poner una central eléctrica en el lugar. Gracias a su iniciativa, disfrutamos hoy de este patrimonio natural.
Godafoss
Conocida como “La cascada de los Dioses”, Godafoss ofrece un paisaje único sobretodo en invierno, cuando el hielo y la nieve paran el tiempo y el caudal del agua a ojos del viajero. Además, parece que el agua aparezca de la nada.