
Dedica algunas horas a descubrir la parte vieja de Ibiza. Un dédalo de callejuelas en el que es agradable perderse. Imprégnate del ambiente único de Dalt Vila. Una desconexión asegurada, muy lejos de la efervescencia del resto de la ciudad. Catedral impresionante, viejas casa señoriales y callejuelas sinuosos esperan al visitante.
Desde la ciudad baja, penetra en el Dalt Vila por el impresionante portal de Ses Taules. Continúa a la derecha, por el patio de armas, hasta la plaza Del Vila. Un gran extensión pavimentada donde se concentran numerosos restaurantes. Sigue por la calle Santa Creu que lleva hasta el muro del recinto, hasta las escaleras de San Antoni. Poco después se llega a la iglesia Del Hospitales, y después a la capilla de Sant Ciriac. Un dédalo de callejuelas pavimentadas típicas de la ciudad. Piensa en levantar la vistar para apreciar las fachadas y la arquitectura ibicenca. Descubrirás varias casas señoriales que datan de los siglos XV y XVII. Uno de los barrios más agradables de la parte vieja Ibiza. Al final de la calle Mayor, se llega al Mirador del Rei Jaumes I, punto más alto de la parte vieja de la ciudad.
La catedral de Ibiza data del siglo XIII. Dedicada a Nuestra Señora de la Nieves, patrona de la ciudad, este edificio barroco es un emblema de la ciudad, visible desde el mar. Aventúrate hasta el bastión de Santa Tecla para disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas de la ciudad baja, el puerto y el mar Mediterráneo. Aquí se encuentra el museo arqueológico de la parte vieja de Ibiza.
Las murallas de la parte vieja fueron construidas en el siglo XVI, bajo el impulso de Carlos V, para luchar contra las ofensivas bárbaras. Declaradas patrimonio mundial de la UNESCO en 1999, constituyen la fortaleza mejor preservada de todo el Mediterráneo.
Desde el Mirador del Rei Jaumes I es posible descubrir las fortificaciones tomando el camino de la ronda a la altura del bastión de Sant Bernat. Continúa por la ronda de Almudaina que pasa por los bastiones de Sant Jordi y Sant Jaumes, antes de dirigirte al Portal Nou. Desde este punto, podrás disfrutar de una bella vista de la necrópolis Del Puig del Molins.
Hay numerosos itinerarios posibles, pero quizás lo mejor sea deambular al azar por las calles, para impregnarte del ambiente único de esta ciudad. Cada esquina, cada callejuela esconde un tesoro o una sorpresa. La ciudad se visita tranquilamente en algunas horas. Para poder disfrutarla lo mejor posible, opta mejor por venir por la mañana temprano o al atardecer. Una escala que no te puedes perder durante tu viaje a Baleares.