El valle de Aosta o valle de los glaciares debe su nombre a su particular forma encajonada, que data de la era glacial. Este valle se encuentra al sur del macizo del Mont Blanc, en la vertiente francesa de la frontera franco-italiana. El valle de los glaciares sigue siendo una zona muy rural y poco desarrollada en el plano urbano y turístico, y que presenta unos paisajes sublimes que uno no puede dejar de contemplar: altos pastos, cabañas de madera, ríos que descienden rápidamente por las montañas, cumbres nevadas...
Es un auténtico paraíso para los senderistas, que pueden ascender a las cumbres de este rincón idílico en los confines de Tarentaise y de Beaufortain. Fui allí para hacer una marcha y recuerdo perfectamente el paisaje exuberante y el hecho de caminar completamente solo por alguna de las rutas. Un descubrimiento muy agradable en esta región fronteriza entre Francia e Italia.