Si te animas a viajar a Florencia y al conjunto de la Toscana no te van a faltar lugares que visitar. El más popular de todos es el Duomo de Santa María del Fiore. Su fachada de mármol blanco y verde es una maravilla. Lo mismo sucede con la cúpula de Filippo Brunelleschi, que data del año 1420 y que, hoy en día, sigue siendo considerada como uno de los grandes hitos arquitectónicos de nuestra civilización. Para observarla en todo su esplendor junto al resto de la ciudad, sube al Campanile de Giotto. Si el día está soleado, el Ponte Vecchio, la Galleria de los Uffizi y demás monumentos de la ciudad quedarán al alcance de tus ojos. También lo estarán los pueblos limítrofes dentro de la región.
La siguiente parada en tu itinerario está en Pisa. Allí te espera la Torre Inclinada, la Catedral y el Baptistero. Todos esos monumentos, al igual que el Camposanto Monumental, se encuentran en la Piazza dei Miracoli, así que te recomendamos dedicarle una mañana entera. La Piazza dei Cavalieri, la iglesia de Santa Maria della Spina y el Corso Italia son otros lugares que tienes que visitar en el resto de la ciudad.
Pero ¿qué ver en la Toscana más allá de Florencia y Pisa? Llegados a este punto, te aconsejamos hacer una parada en Lucca, "la ciudad de las 100 torres y las 100 iglesias". Otra joya medieval de la región por la que parece no haber pasado el tiempo. La misma sensación tendrás en Pienza, municipio en el que te aconsejamos comprar queso pecorino tradicional, y en Montepulciano. Este lugar también es famoso por sus vinos tintos y por ofrecer unas vistas maravillosas de los viñedos y olivos típicos de la región.